De donde nos pueden llegar los mensajes, me cae... todo es cuestion de tener el ojo critico bien abierto todo el tiempo y ver mas alla de nuestra propia, estrechisima percepcion de vez en cuando.
Si, se murio el papa. Y no voy a mentir diciendo que fui fiel seguidora del señor, aunque tampoco voy a tirarles a quienes inspiro, guio, y quizas incluso salvo, quien soy yo para decir que no es posible... cualquiera que tenga un cargo de liderazgo y lo ejerza con responsabilidad y constancia es digno por lo menos de un modicum de respeto, y por ello, si bien no alce al papa en aras como salvador del mundo, le respeto y le reconozco su trabajo... bien que mal hecho, pero hecho hasta las ultimas consecuencias.
Sin embargo, me fijo en las reacciones de todos aquellos que se inclinan hacia los extremos de la percepcion de lo que es, finalmente, un hecho cotidiano. La gente muere todos los dias. El hecho de que esten un poco incomodados los no-creyentes con la verborrea papal que se esta sucitando a raiz del fallecimiento de Juan Pablo II, no se dan cuenta de que con limitarse a un solo canal de pensamiento se estan perdiendo de aprender un par de cosillas por ahi que nada tienen que ver con la religion, y todo que ver con nuestra calidad de seres humanos.
"Aaaaaah kaon!!", se diran, "pos que se le puede aprender a tanto circo publicitario?? que El Imparcial nos va a ensartar periodiquitos de 5 pesos cada que suceda algo que toque las sensibles fibras espirituales de los mexicanos ultraderechistas?"
Chequense, ahi les va el ejemplo...
Yo me acuerdo mucho de mi unica perrita. La Tippy era un manojo de huesitos con una increible personalidad. A veces mas bien parecia un espectro viviente, con sus patitas laaargas y su cuerpo que haria a un galgo volverse anorexico, que caminaba chueco como yendose brincando entre nubes invisibles. Dormia casi todo el dia pero le encantaba recibir visitas, entonces saltaba de gusto, lamia incansablemente y se trepaba al regazo de quien cruzara por la puerta. Tuvo muchos problemas de salud toda su vida, una patita rota a los 2 años, problemas estomacales al por mayor, moquillo a los 6 años, cataratas a los 8, y siempre se recuperaba con los mismos animos de seguir con vida, siempre acercandose a nosotros cuando mas la necesitabamos. Finalmente, a los 11 años la alcanzo una neumonia. Me mandaron llamar de clases y me dijeron que la Tippy ya no se estava levantando. Como habia estado enferma, le habiamos estado dando higado con la comida. Cuando llegue a la casa su paquetido diario de higado estaba abierto en la cocina, sin tocar. Entre al cuarto y ella estaba tendida en la cama de mis papas, respirando pero completamente laxa, sin moverse, la mirada fija hacia adelante. Junto a ella estaba mi hermano menor, el que recibio el peor regaño de su vida cuando la golpeo accidentalmente siendo aun una cachorra. Nadia se podia explicar que tenia, pero yo ya estaba presintiendo el desenlace.
No habia carro en la casa, mi papa habia salido esa noche y no habia manera de contactarlo. Tome prestado el telefono de mi vecina (telefono tampoco teniamos) y le marque al Fido. Con la voz cortada le pedi un raite al veterinario porque mi perrita se estaba muriendo. Llego por mi al poco tiempo, sin decir nunca nada sobre el hecho que le habia interrumpido una cita. Me llevo hasta el consultorio y el asistente del veterinario velo toda la noche junto a ella, junto a ella y el suero milagrosamente aplicado a esa patita delgada como un beef jerky. Al dia siguiente por fin la vio el veterinario, y fuimos a visitarla.
Hubiera querido no verla asi por ultima vez... su boca y nariz emanando mucosa y sanguaza sin parar, reaccionando a nuestras voces muy debilmente, aun sin ser capaz de moverse. Hubiera querido no oir la voz de mi mama cuando le hablo y se acerco para limpiarla. Pero hice lo que debia hacer en ese momento, aun antes de escuchar el diagnostico... Me despedi de ella.
Y nada me sorprendio mas, y a la vez menos, que escuchar a mi mama decir, cuando regresamos a la casa, que con homeopatia la podriamos salvar, que iba a hablarle al doctor...
Le dije que no, que ya estaba bueno. Y me meti a llorar a mi cuarto.
Dos horas despues ya estabamos listos para recibirla, mi hermano ya habia hecho el hoyo en el patio. No quise que se la llevaran a enterrar a casa de mi abuela. Ni hablar. Esta es su casa. Mi mama le hizo un morralito con una blusa vieja de algodon bordado con flores de colores. Era morada, ese habia sido "su color".
Y de aqui surge mi consternamiento principal con respecto a lo del papa... a algunos quizas se les hara blasfemo que compare la muerte de mi mascota con la del lider de la iglesia catolica, pero lo hago porque tengo que encontrar un punto de referencia, y desgraciada (o afortunadamente) nunca he perdido un familiar cercano. O la unica vez que lo hice, me fue enseñado que no hay que llorar sino dar gracias. Cuando creamos un nexo emocional con una persona (o animalito), pensamos que parte de nosotros, la parte de nosotros que depende de ellos, o las esperanzas que prendemos de ellos, se perderan junto con sus vidas. Por lo cual el duelo es en realidad una accion tremendamente egoista.
Que carajo negocio tenia toda esa gente fuera del Vaticano rezando PARA QUE EL VIEJITO VIVIERA??? Verguenza les deberia de dar, viendo como el hombre ya estaba listo para descansar, y mas alla de ello, que habia estado haciendo un esfuerzo sobrehumano para permanecer con ellos un tiempo mas de lo que le correspondia. Ni con todos los rezos del mundo lo iban a hacer vivir 200 años.
Pero ni hablar, tal es la naturaleza humana, que siempre que perdemos algo el golpe al ego nos hace sufrir como si no fuera a haber mañana. Que cosa tan curiosa...
Y no, por estar conciente no quiere decir que estoy completamente por encima de ello, pero siquiera haciendolo conciente estoy en proceso de remediarlo. Si me puse muy sentimental ahorita... recordando a la Tippy...
