Your daily dose of me

No me he puesto a pensar mucho en lo que escribo ultimamente. El hecho es que comence a escribir diariamente en el blog como una especie de manda para empezar a agarrar practica de escritura otra vez. Y noto un par de cosas curiosas: lo primero es que mientras mas escribo mas largos se hacen mis posts, y eso sin haber tenido una idea concreta de lo que iba a escribir para empezar. Otra cosa interesante es que cada vez parezco despegarme un poco mas de lo que plasmo, hacerlo mas multivalente (if that's even a word). Otra cosa que me doy cuenta, o mas bien intuyo, es que hay una de gente que entra aqui que ni idea me puedo dar. Gente que tal vez este pensando "y esta pinche loca, no hace mas que hablar de ella. Que pedo morra? no tienes intereses mas alla de ti y de tus amigos?", otros tal vez pensaran "que curado, escribes cosas que yo siempre he pensado", otros mas quizas "Arrrgh!!! pinche vieja ya se que estas hablando de mi!! por que no dices mi nombre de una buena vez para tener razones concretas para echar esta bilis!?", y quien sabe si incluso uno que otro por alli que piense algo distinto cada dia.

El caso es que este es mi diario ejercicio. Yo nunca he tenido la confianza que tal vez deberia tener en mis habilidades para escribir. Se que puedo redactar, se que deberia comenzar a revisar mis posts antes de subirlos, dejar el spanglish y preocuparme por poner acentos, pero denme tiempo, it's all about baby steps. Se que no escribo cagado, se que no soy nada excepcional tampoco, pero esto siempre ha sido parte de mi y ha estado arraigado a lo que soy. Asi que en gran medida me siento muy afortunada de poder contar ahora con este medio para ejercitar mi eternamente embrionico talento.

Mini bosses

El cliente siempre tiene la razon. El cliente es en cierta forma nuestro jefe. Que pasa cuando tienes 18 jefes de 6 años? Creanme, no quisieran averiguar la respuesta...

Hay dos niños en el salon que se la llevan del tingo al tango. Uno habla con un tonito aniñado medio preocupante y abanica las pestañotas como si hubiera pasado del cerebro de Disney durante un shock hipoglucemico directo al mundo real. El otro es un orejoncito que ya tiene cara de grande y comienza la mayoria de sus frases con "A mi me gustaria que..." Ejem: "A mi me gustaria que me dieras sticker para mi cuaderno" (si hijito, a mi me gustaria que me hicieras caso pero no todo se puede, no?). Agreguen al expediente de este ultimo que hoy encontro la manera de hacer que su caja de utiles se eche pedos. Le profeso un futuro brillante.

Estos dos minisujetos se me acercan al menos tres veces al dia a hacer una inquietante pregunta

"Como nos estamos portando?"

Esto solo me recuerda que, incluso si nuestras intenciones son buenas, hay preguntas que hay que pensar antes de preguntar. You might not wanna know the answer. Estos dos niños ya estan aprendiendo una indispensable leccion de vida.

Me lo agradeceran algun dia.