My Photo
Name:
Location: Hermosillo, Mexico

Life insists on imposing itself like a bad house guest. I still look for meaning when most people around me are just trying to find the breaks. I'm attempting both and laughing so I don't cry. No one reads this sh*t.

Wednesday, September 21, 2022

Now this?

 Nadie está preparado para enfrentar la mortalidad de sus padres...

Tengo una relación medio extraña con la muerte. No es algo que agobie mi existencia como alguna vez lo fue. Cuando tenía como 8 años pasé por una etapa de ansiedad por la muerte que muchas veces no me dejaba ni funcionar. Me azotaba el miedo existencial y la finalidad de la vida como látigo en los momentos menos esperados, todo esto aunado a una fuerte hipocondria que desconcertaba a mis padres. Nunca consideraron necesario conseguirme algún tipo de ayuda para estos comportamientos, ni para otros que fueron asomándose después como el stimming y el self-soothing y las conductas repetitivas con las que mantenía a raya la ansiedad. 

Luego se me pasó. Todo bien. Y quedé con la idea de que la muerte es algo que no me atañe en el momento. No concibo todavía la realidad de niños que han perdido a uno o ambos padres u otros familiares cercanos durante sus años formativos. Tuve la fortuna de no perder a nadie durante ese tiempo. Luego llegaban noticias de partidas, algunas de las cuales no eran en su tiempo, y llegaba el golpe de la pérdida pero solía ser capaz de mantener cierto nivel de negación para no lidiar con el duelo.

Luego eso cambió. Empezó a cambiar cuando falleció mi amiga Natalia y culminó en un espectáculo de mierda cuando falleció Abby. Los niveles de arrepentimiento y culpa me abrumaron. Todo dio un vuelco a partir de ese momento y justo cuando comenzaba a ver la luz al final del túnel, justo cuando estoy proyectando cambios importantes en mi vida... llega un tsunami a hundirme de nuevo.

La figura de un padre en la formación de un niño, para mi, se trata de certeza y estabilidad. Lo primero en esta vida con lo que contamos es con nuestros progenitores. Confiamos en su presencia, confiamos en su apoyo, confiamos en su amor. Es el piso sobre el que aprendemos a caminar solos por la vida, sobre el que aprendemos a equivocarnos y a seguir adelante. Son la boya, el faro, el punto en la pared en el que nos enfocamos al dar piruetas para no marearnos, para no caer.

Hace poco mi padre me dijo que soy como una niña. No lo dejé explicar a qué se refería, inmediatamente me colgué el término como medalla. Soy afortunada de poder haberme aferrado a mis vivencias y no desprenderme de la niña que fui, y que en cierta forma sigo siendo. El poderme aferrar a la niña ha sido el 90% de mi éxito como docente. Tuve la fortuna de delimitar a este ser del pasado para no cargar con bultos ajenos, para poder ser empática sin ser basurero emocional de nadie. Pero hay detalles que se me pasaron, como dimensionar la mortalidad de mis padres. No era una cuestión apremiante, nunca lo pareció. Había otras cosas de qué preocuparse, otras cosas que hacer, otros temas que tratar, habría tiempo. 

Luego escuchas palabras y haces búsquedas de información y la sangre corre helada y la cabeza flota y tienes ese episodio de disociación en el que tienes que enfrentar la nueva certeza: estas personas no estarán aquí para siempre. Ya no son ese centro, ese foco, ese punto en la pared que evitará que caigas. No están hechos para siempre, y algún día dentro de menos de lo que piensas tal vez tendrás que hacer todo este ejercicio de nuevo para dimensionar tu propia moralidad y lo que dejarás atrás, lo que ya no te tocará ver y experimentar. Y tendrás que preguntarte si hiciste lo suficiente.

Pero en este momento lo que más me duele es no poder ver esto como parte de ningún plan. No poder estar bien con la idea de que alguien que se volvió no solo punto de enfoque y faro sino barricada contra el daño inmediato en mi vida y la de mis hermanos pueda presuntamente no tener su tiempo de gozo y descanso en este plano existencial. Y tengo que preguntarme si puedo hacer más por ella y por mi, si es mi lugar siquiera intentarlo. Hay cosas que no puedo hacer por ella y decisiones que no son mias para tomar, pero no por eso me deja de doler.

I am NOT okay with this... Y al mismo tiempo, aún tragando agua bajo las olas, tengo que continuar planeando los cambios necesarios en mi vida. El miedo ya no puede ser impedimento, tengo que vivir.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home