It keeps me sane.

Escribo...

Escribo para no desbordarme, escribo para asegurarme que todo es verdad, escribo para tener la prueba fehaciente el dia de mañana que todo esto realmente ocurrio, que no lo soñe, que no lo imagine, que realmente se me presento la oportunidad de hacer las cosas de forma que unicamente habia llegado a soñar.

Escribo hoy con los dedos temblorosos, con la mente girando, subiendo y bajando, cosquilleando, riendo y gritando. Soy yo pero me siento mejor que yo. Me siento mas grande y mas poderosa que yo. Me siento con ganas de alzar los brazos y correr por la ciudad gritando de alegria.

Necesito saber que es verdad.

Ya es Navidad. Ya paso la ceremonia protocolaria de cenar, beber vino, hacer como que todo es perfecto por una noche (aunque este año la representacion tuvo sus fallas de origen). Abrir regalos... justo lo que queria (el botin de este año consistio en una paleta de nueve sombras y dos labiales clinique, una bolsa kipling azul, unos converse azules, y el poncho color crema con cuello de tortuga que tanto habia estado deseando, diseño original de mi madre). Reir, platicar, extrañar. No extraño el pasado, extraño lo que en este momento podria ser. Lo extraño a el, por extraño que parezca. Pero ahi lo tienen.

Soñe con señales pero las soñe muy poco, porque dormi poco. Pero en sueños vi una vision del futuro, y desperte con ansias de que ya acabara el dia. El ultimo dia del segundo countdown. El ultimo countdown del año (bueno, queda el de año nuevo pero ese es distinto).

No estare aqui en año nuevo. Todos sus buenos deseos y buenos pensamientos los pueden mandar a Los Angeles. Estense seguros que me llegaran. Malos deseos y malos pensamientos se los pueden meter en el... zapato. Prometo hacer todo lo posible por tratar de enviarles mentalmente una semblanza de todo el sentimiento de amor y serenidad que se apoderaran de mi en ese ultimo countdown. Y les aseguro que si no lo hago sera porque tendre los ojos llenos de estrellas borrosas.