They're just like us...

Estoy dando clases en secundaria. Es algo que ya no es completamente necesario, o mas bien de lo que podria librarme ahora que estoy a cargo de la coordinacion tambien, pero el hecho extraño y desconcertante es que lo estoy disfrutando mucho. Si, yo se lo que estaran pensando... no hay manera en el mundo en que pueda ser divertido o disfrutable darles clases a un monton de prepubertos confundidos, desorientados y conflictivos. En este caso creo que si es posible.

Me he pasado mucho tiempo observando a este grupo en particular, siempre han tenido un clownish streak que me intimidaba un poco cada vez que los tenia que cuidar aunque fuese solo por un momento. Eran del tipo de chamacos que se ponian la chamarra sobre la cabeza y miraban por la manga primero como si fuera un telescopio, luego como si fuera una trompa de elefante. En sexto de primaria. Como niños chiquitos. Eran del tipo de chamacos que se echaban un pedo y no pedian disculpas (bueno, siguen siendo), y ni siquiera se tibian cuando los acusan.

Pero ahora que los tengo los estoy disfrutando mucho, y mas porque les estoy dando literatura, cosa que tenia AÑOS queriendo hacer con cualquier grupo, pero es mas recompensante pensar que estoy impartiendo la materia a un grupo tan... curado.

Si, han estado a punto de sacarme el tapon mas de una vez, pero gracias al gran hombre en el cielo siempre consigo recuperarme y reagruparme antes de que me vean alterada. Entonces viene la severidad, luego el castigo, y finalmente la mirada conocedora, la mirada que dice "si, ya se por que estas haciendo lo que estas haciendo", seguida por una sonrisa y un chiste dirigido a todo el grupo.

Works every time.

Y no son normales... por lo menos no se ven normales... se ven tan... contentos! Se ven completamente felices, sonrientes, protegidos de lo que sea que este alla afuera amenazando la integridad de todos los otros adolescentes del mundo. Parecen estar tan comodos en su unido grupo, y aceptaron tan bien a los nuevos... tanto que ya llegan sonriendo tambien por las mañanas. No entiendo... no es la imagen de la adolescencia que yo tenia cuando estaba en la secundaria.

Un dia, en plena clase me comenzaron a preguntar sobre mi vida. Y como no se fue la conversacion por el tipico camino de "tiene novio? por que no? cuando se va a casar? va a tener hijos? como les va a poner?", sino que realmente estaban haciendo preguntas interesantes, deje de lado el tema y les dedique tiempo para sus preguntas. Les conte lo bien que recuerdo como es ser de su edad, lo que es sentir tantos cambios en tan poco tiempo, como de repente tu cuerpo parece ajeno, de repente da mas sueño, mas hambre, la mente es capaz de abstraer, uno se da cuenta de mas cosas... de los errores de los demas... de que los papas y los maestros no son perfectos... de que ellos mismos ya no son niños, pero tampoco adultos, asi que cuando les conviene quieren ser niños, y cuando les conviene, adultos.

Se me quedaron viendo... mientras hablaba me veian sin decir nada ni hacer mas gento que algunas risas y sonrisas, hasta que uno de ellos se animo a decirme:

"Que come que adivina?"

Y vi sus caras, y note que algo se habia transmutado en el ambiente. Seguian sonriendo la sonrisa incomoda de alguien a quien le han hecho leer en voz alta la pagina mas intima de su diario, pero a la vez habia un poco de alivio en el aire. Y pense en lo mucho que hubiera querido yo estando de su edad que alguien me comprendiera, que alguien me dijera que todo iba a estar bien, que todo pasaria y saldria adelante a pesar de lo infinita que me parecia la vida. Pense que les diria todo eso, que declararia que algun dia sus vidas terminarian de pasar por esta etapa y al final todo estaria mejor.

Se los dire. Claro que se los dire. Si yo no lo recibi de parte de nadie, no quiere decir que ellos no lo merezcan. Les respondi con toda sinceridad, aquello que los ha tenido tan contentos en mi clase desde entonces:

"No como nada, nomas me acuerdo"