Baby

Y en un segundo se cruzaron nuestros ojos. Su ojito pelon demasiado grande para su cuerpecillo mal encuadernado, en proceso, aun sin delimitar; y el mio, cafe, grande, mal envitrinado. Lo vi y me vio, y senti un profundo respeto por su fragilidad, una especie de inspiracion a dejar de respirar y tratar de cambiar el entorno para absorber la esencia de aquel raro encuentro.

Que queria? No se... Parado en el escalon del segundo piso, apoyado sobre esas milagrosas patitas, viendo hacia afuera el mundo tan espantosamente infinito. Tenia dos posibilidades; lanzarse hacia abajo, al primer piso, o buscar la oportunidad de elevarse a la corniza del ventanal a escasos dos metros de distancia. El recorrido seria mas breve, pero saber a donde ir a partir de alli, si la vista seria demasiado abrumadora, o el camino de vuelta demasiado avasallador para enfrentar...

Tenia yo tantas posibilidades de saber que haria ese bebe en ese momento como las tengo ahora de saber hacia donde he de moverme. Simplemente nos vimos, nos observamos largo rato. Le saque la vuelta con una mezcla de respeto y preocupacion, pero nunca se movio siquiera. Solamente me seguia con su pequeño ojo. Me aleje, y tal vez no llegue tan lejos como decir que encontre a mi espiritu animal, pero recuerdo aun el impulso que tuve de llevarlo a mi casa y criarlo, para despues dejarlo libre... y luego recorde que eso no solamente no es necesario, sino que la mayor parte de las veces hace mas mal que bien. La naturaleza se las sabe arreglar.

Quiero creer que se lanzo al ventanal, y de alli logro emprender su primer vuelo exitoso. Quien sabe... tal vez me venga bien pensar que el me recuerde y espere que me haya lanzado tambien.